No existen dos racimos iguales

Lar de Ricobao

El Lar es el hogar, el templo del campesino gallego, donde las tradiciones se transmiten de generación en generación.

Comenzamos este proyecto con un objetivo claro: Hacer el mejor vino posible.

La calidad es el primero de nuestros intereses empresariales. Nuestro más valioso activo es una tradición milenaria en el entorno privilegiado de la Ribeira Sacra. Un valioso activo al alcance de muy pocos.

Gastos de envío:
Gratis

No existen dos racimos iguales

Lar de Ricobao

El Lar es el hogar, el templo del campesino gallego, donde las tradiciones se transmiten de generación en generación.

Comenzamos este proyecto con un objetivo claro: Hacer el mejor vino posible.

La calidad es el primero de nuestros intereses empresariales. Nuestro más valioso activo es una tradición milenaria en el entorno privilegiado de la Ribeira Sacra. Un valioso activo al alcance de muy pocos.

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Lo que marca la diferencia entre un vino corriente y un gran vino es el respeto a los ingredientes. Por eso todos nuestros viñedos son trabajados y recolectados exclusivamente a mano, con el el mimo y la experiencia transmitidos de generación en generación.

Técnicas tradicionales,
ecológicas y sostenibles

Lo difícil es no interferir, aunque pronto estamos viendo sus frutos. Cada vendimia es hija de la tierra, de proporciones variables de sol, de agua, de frío y calor, de la intuición y la experiencia de las manos expertas que recogen las uvas en los bancales de Quiroga y Ribas de Sil.

Vinos distintos cada año, en ediciones limitadas y embotelladas justamente en el momento en que el vino ha alcanzado su punto óptimo de maduración.

Agradecidos con la tierra, con el aire, con el agua, con todos los elementos que  aportan algo a nuestras vides. Por eso nuestra pequeña bodega se alimenta exclusivamente de energías renovables.

Técnicas tradicionales,
ecológicas y sostenibles

Lo difícil es no interferir, aunque pronto estamos viendo sus frutos. Cada vendimia es hija de la tierra, de proporciones variables de sol, de agua, de frío y calor, de la intuición y la experiencia de las manos expertas que recogen las uvas en los bancales de Quiroga y Ribas de Sil.

Vinos distintos cada año, en ediciones limitadas y embotelladas justamente en el momento en que el vino ha alcanzado su punto óptimo de maduración.

Agradecidos con la tierra, con el aire, con el agua, con todos los elementos que  aportan algo a nuestras vides. Por eso nuestra pequeña bodega se alimenta exclusivamente de energías renovables.

Viñedos

centenarios